martes, 27 de octubre de 2009

Jorge Herralde - 40 aniversario Anagrama



1) Con motivo del 40 aniversario de la creación de la editorial Anagrama, aparece en el mercado la nueva colección “Otra vuelta de tuerca”.

Herralde: Sí, se trata una colección que está especialmente dedicada a los libreros de cabecera y a los lectores muy lectores, compuesta por títulos de narrativa y ensayo, editados en los años 70. Es dar una nueva oportunidad a títulos que ya están en nuestro catálogo y que con el paso de los años han quedado desconocidos para las nuevas generaciones o para el lector despistado, al no existir, en esa época, los libros de bolsillo que le brindan una segunda vida a las obras. Ha sido muy bien acogida por la prensa y los lectores.

2) ¿Cuántos títulos podemos esperar este año?

Este año saldrán en total ocho, de los cuales ya hay seis en las librerías: Los ángeles del infierno de Hunter Thompson, Historia argentina, de Rodrigo Fresán, La fortaleza asediada, de Qian Zhongshu, El rey de las dos Sicilias, de Andrzej Kuzniewicz y títulos de un mismo autor unificados en un mismo volumen como es el caso de Tom Ripley y los ensayos autobiográficos de Thomas Bernhard.

3) Retoma a uno de los grandes escritores chinos del siglo XX, considerado en su propio país como autor “inmortal”.

Lo leí en la edición que publicó primero mi gran amigo Christian Bourgois en francés y lo publicamos en Anagrama hace unos veinte años. Tuvo buenas críticas pero pasó un tanto inadvertido. La moda china aún no había despertado, ni existía la sed de conocer su cultura. Espero que esta vez sea mejor apreciado por los lectores.

4) ¿Qué novedades tendremos en este último trimestre?

Ya empezamos con Belén Gopegui. Deseo de ser punk es una novela más breve y quizá más accesible, donde habla la voz absolutamente verosímil de una chica adolescente, trufada con música pop; Una novelita lúmpen, de Roberto Bolaño que en su día había pasado muy desapercibida; la novela de Isabel Fonseca, Vínculo; los ensayo de Martín Amis, El segundo avión, donde reflexiona sobre el atentado del 11 de septiembre, el fundamentalismo islamista

5) Ataca de nuevo Amis, tan polémico…

Me hace gracia, en los suplementos salen él y su esposa, Isabel Fonseca, como las grandes parejas literarias: Scott y Zelda Fitzgerarld, o como Simonne de Beauvoir y Sartre. Es muy fuerte y convive con las controversias que suscita, un enfat terrible que va camino de ser un vieille terrible. Súper inteligente, puedes estar más o menos o nada de acuerdo con un libro, pero lo que resulta indiscutible es que se trata del autor vivo con más talento en lengua inglesa.

6) Sigamos con las novedades

Presentamos un libro muy divertido, Burlando a la parca, de Josh Bazell, que los periódicos nacionales lo han identificado como un cruce entre Doctor House y Los Soprano; me parece que es acertado y me acabo de enterar de que se va a hacer una película con Leonardo Di Caprio. Llegamos al número 400 de la colección “Argumentos”, la única que se mantiene de aquel periodo; llegamos al número 500 de “Compactos” y suma y sigue.

7) Es verdad, Anagrama como parte de Quinteto, Biblioteca Anagrama de RBA

Sí, y ahora en Argentina. En otoño, el periódico Página 12, ofrecerá a sus lectores una colección de 40 títulos con la antología de las mejores obras de la editorial.

Anagrama imparable, para muchos aniversarios más

Eso espero.

Entrevista y Fotografía: Laura Hernández


domingo, 25 de octubre de 2009

Mari Jungstedt - Nadie lo ha oído





1) Nos ha parecido un libro más maduro, ¿Está de acuerdo?

Nadie lo ha visto fue mi primer libro, por eso en el desarrollo y progresión debe notarse algún avance. Me alegra que hayáis notado ese progreso.

2) ¿De qué situaciones, personajes, o partes del libro se siente más orgullosa?

Espero haber podido haber definido a Fanny de forma que el lector capte la fragilidad de la juventud; hay muchos jóvenes que tienen mucha carga sobre sus hombros debido a que la familia no funciona bien. Me gustaría que los lectores pudieran tener los mismos sentimientos que yo para con este personaje. No se si me siento orgulloso de ella pero creo que es la protagonista más importarte de la historia.

3) ¿Qué tipo de lector tiene en mente que cuando esta escribiendo la novela?

Después de unos seis meses de pensar, documentar y escribir, entro en los dos últimos meses que llamo “periodo histérico”. En ese período yo escribo lo que creo que debo escribir, la historia está tan viva en mí que no pienso en nada más, no puedo pensar si el lector será un anciano o un joven o una mujer de mediana edad.

4) ¿Tiene el desenlace del libro decidido al comenzar a escribir o puede cambiarlo según avanza su creación?

Tengo siempre la intriga principal pensada y nunca cambio estas cosas, pero otras partes de la historia sí cambian y adquieren nuevas características. Pero el quién y el por qué no lo cambio nunca.

5) ¿Ha tenido personajes o escenas que han cobrado vida propia?

En este libro no, pero en el último que he escrito, el séptimo de la serie sí. Allí Karín, la ayudante de Knutas, es la encargada de iniciar una investigación y de repente en mi mente vi aparecer un hombre en la escena. No sabía quién era ni que se proponía, no estaba previsto, pero tuve que escribir sobre él y cobró vida propia y protagonismo. Así que mientras escribo yo mismo estoy intrigada pues no se en qué va a terminar alguna situación.

6) Nadie lo ha visto nos pareció un libro muy femenino, Nadie lo ha oído ¿equilibra un poco lo masculino y lo femenino?

Sí, aunque los protagonistas son hombres no hacen el ridículo tanto por sus torpezas; además las mujeres cometen torpezas parecidas. En Nadie lo ha visto hasta las chicas del instituto eran las que perjudicaban a otras haciendo bulling, algo que no es habitual ya que normalmente se piensa en chicos abusando de otros chicos pero no en chicas. Sí, en Nadie lo ha oído lo masculino y femenino está más equilibrado.

7) Un 70% por ciento de nuestros seguidores es mujer, las editoriales están llenas de mujeres, y hay muchas escritoras de éxito como usted, ¿es el libro el verdadero reino de las mujeres en la tierra?

Es una idea que no me había planteado, pero sí, puede ser un lugar donde las mujeres podemos hacer lo que queramos, sentirnos libres por completo y incluso superar numéricamente a los hombres. Sin embargo, escribiendo sigue habiendo más escritores que escritoras de éxito. No obstante, me alegra mucho cuando presento un libro y no sólo vienen mujeres sino también hombres de diferentes edades a quienes les ha gustado el dinamismo de la acción y les ha cautivado.

8) ¿Por qué cree que la sociedad actual que demanda cada vez más novela negra?

Las series policiales y de investigación y los crímenes que se cometen cerca de todos nosotros cada vez interesan más. Por eso no es de extrañar que cada vez más personas quieran participar de intrigas que les hacen imaginar quién será el asesino y las causas que hay detrás de cada acto.

9) Ahora que las ideologías políticas han abandonado casi del todo la literatura ¿Cuál es el papel social del escritor?

En Suecia el papel político sigue plenamente activo. Los libros de novela negra incluyen una abundante crítica social y política. Es conveniente quitar el velo que ha idealizado la sociedad nórdica y destapar los problemas que afectan a tantas personas, el alcoholismo, el bulling, el maltrato femenino, el poco interés en los jóvenes… todo eso debe cambiar y los escritores suecos procuramos señalar esas faltas.

10) Cuéntenos por que debemos visitar Suecia

Estocolmo en verano es la ciudad de la luz. Con veinte horas de sol, el visitar sus islas es todo un placer.

11) Recomiéndenos un libro de novela negra y otro de literatura general

Maldad de Jan Guillou (no editado en España) en negra y Ojos azules de Toni Morrison en general.

Pepe Rodríguez

jueves, 22 de octubre de 2009

José Ovejero - La comedia salvaje


José Ovejero (Madrid, 1958) es de esos escritores de raza que no renuncian a su buen hacer literario. Viviendo a caballo entre Bruselas y Madrid, nos concedió esta entrevista en el Café de las Letras en Madrid y conversamos con él sobre “La comedia salvaje” (alfaguara, 2009) una novela sobre la Guerra Civil que es diálogo, reflexión y que viene a dar una perspectiva distinta de aquella contienda que nunca debió ocurrir.

1. ¿Cómo llegaste hasta la “Comedia Salvaje”?

Pues no lo sé muy bien porque la verdad es un libro atípico en mi producción. Hasta ahora mis libros eran más bien sombríos, duros y de pronto empezó a interesarme esta posibilidad de escribir sobre la Guerra Civil intentando hacerlo de una manera distinta, no por afán de originalidad que es siempre un poco banal, sino porque me daba la impresión de que se podían decir otras cosas que no se estaban diciendo.
Y la novela empieza con esta idea de un personaje, que todavía no sabía muy bien ni quien era ni como se llamaba ni que hacía, recorriendo España con mirada alucinada preguntándose si él está loco o si se ha vuelto loco todo el mundo a su alrededor. Y claro, inmediatamente se me planteó el paralelismo con Don Quijote recorriendo también España o parte de ella diciéndose “en qué mundo estoy” y sin saber muy bien de qué lado está. Y de pronto escribí la primera escena de este tipo gritando “¡todo es mentira y la realidad no es esto!”. Y empecé a desarrollar y a escribir escenas y empecé a disfrutar enormemente el intentar acercarme a la Guerra Civil desde la comedia, desde una comedia que intente no respetar nada. Al fin y al cabo la comedia es un modo de explorar los límites de lo que está permitido y lo que no, los tabúes, lo vulgar, ir más allá de lo que debieras y empecé a tocar distintos aspectos que tenían que ver con la Guerra y poco a poco fue cuajándose el libro.

2. ¿Comedia o surrealismo? Porque en muchos aspectos nos recuerda un poco a “Amanece que no es poco” de Berlanga. Porque hay momento que son absolutamente hilarante por lo que tiene de extravagantes.

Es una comedia que yo no sé si es una comedia de carcajada, quizás no, es una comedia más bien de esa sensación de extrañeza que tiene uno ante el absurdo, incluso ante el absurdo cruel y brutal, y lo onírico o esa especie de surrealismo viene de que aunque las situaciones son absurdas el tratamiento del contexto es absolutamente realista. Es un poco como en los sueños en los que ocurre algo absurdo pero lo ves todo con una gran claridad, con una gran precisión, es todo muy plástico y por eso creo que se tiene la sensación de sueño porque todo es muy real pero al mismo tiempo no es posible.

3. Tú vives en Bruselas y vienes de fuera a reírte, por decirlo de una forma, de todos estos mitos tan sagrados, y sobre todo hoy día con esto de la memoria histórica, y llegas y en vez de “besar el santo” lo empujas…

Quizás me haya ayudado a hacerlo el vivir fuera, esa especie de distancia que además necesitas para la comedia, porque en la comedia tienes que distanciarte de alguna manera lo mismo que con la ironía, tienes que desdoblarte, tienes que verlo, acercarte a ello y alejarte para poder reírte de ello. Probablemente en eso influye el hecho de que viva fuera y claro, escribir una comedia para satisfacer al público, para que se rían los que tienen que reírse, para que tu bando, digamos, encuentre muy gracioso porque pones a caldo a los demás no tiene sentido. Yo creo que la comedia, si lo digo va a sonar a provocación gratuita, pero de alguna manera la comedia tiene que ofender al que te está leyendo en el sentido de que quien te está leyendo tenga que plantearse también sus propios tabúes, aquello en lo que cree y ver que alguien se está riendo de lo que cree y ver cómo reacciona. En el fondo es como un diálogo con el lector donde se cuestiona lo que hace gracia y lo que no.

4. Visto desde fuera, y cada español emigrado o no tiene su bando, da la sensación de que hay un exceso de esa memoria, de continuar constantemente con ese rencor que debemos supera de alguna forma.

Es una cuestión muy delicada porque superarlo no es olvidarlo. Entonces toda esta historia de la memoria histórica en el fondo es algo muy manipulativo porque te impone una serie de recuerdos, es decir, cómo tienes que acordarte de aquello porque la historia se supone que es objetiva, la memoria totalmente subjetiva ¿cómo conjugo eso?, y al final es el poder el que te dice como tienes que recordar las cosas y depende de quien está en el poder tienes que recordarla de una manera o de otra.
Yo creo que “La comedia salvaje” lo que intenta es escapar a esa imposición de “cómo tengo que recordar”, entre otras cosas, es algo que se dice muy poco, porque yo no me acuerdo, porque yo no vivía y la mayoría de los que hemos escrito sobre la Guerra Civil no la vivimos. Entonces lo que yo hago es acentuar esa subjetividad e incluso romper con verosimilitud y el libro no empieza por casualidad con la frase “¡Es mentira! ¡Todo es mentira!”.

5. El hecho de que el protagonista se llame Benjamín comunica una idea de que el último en llegar o el más pequeño es el que viene para “salvar a la patria” por decirlo así ¿Crees que somos nosotros, los últimos en llegar, los llamados a salvarnos de estos recuerdos?

No sé por qué elegí el nombre de Benjamín, es totalmente casual, no hay una razón real ni he pensado en un símbolo. Lo que si me gusta de él es que, como le dice Azaña al principio, es un “personaje insignificante”. Al final no nos salvan los grandes héroes sino que nos salva la insignificancia. Y este hombre efectivamente es el menos adecuado para hacer nada heroico y de hecho no lo hace el pobre. Me gustaba este individuo que no entiende lo que sucede a su alrededor y que sin embargo tiene que sobrevivir en ese mundo enloquecido y poco a poco va sobreviviendo con ayuda de esta mujer que es un paralelo de Sancho Panza que devuelve a su amo a la realidad, pues ella devuelve a su compañero a lo práctico, a escaparse de las balas, a escaparse cuando les tienen encerrados.

6. Podemos reírnos sin olvidar. ¿Crees que es posible esta combinación con la Guerra Civil? Porque reímos al leer la novela pero esto definitivamente pasó ¿Tuviste algún reparo por poder herir alguna memoria?

Los tuve pero me impuse la tarea de olvidarlos. Porque, primero, es una novela. Porque cuando decimos “es la realidad”, no es verdad, fingimos que es la realidad. El problema que yo le veo a buena parte de esta literatura de la memoria histórica es que se inventa algo pero intenta convencernos de que eso es lo que sucedió. Entonces, surge la paradoja de la ficción que pretende contar algo objetivo. Y yo lo que hago aquí es una vez y otra recordar al lector “¡Es mentira! ¡Todo es mentira!”, esto es una invención. Benjamín de pronto desaparece: estamos operando no con la realidad sino con las representaciones que el lector se hace de la realidad. En ese sentido no me parece inmoral.
Por otra parte, la comedia con mucha frecuencia opera sobre la tragedia. Mi experimento es ¿ha pasado suficiente tiempo para que podamos reírnos o todavía no? y si todavía no ¿por qué? Esa es la cuestión. Podemos reírnos de una guerra del siglo XVI y no hay ningún problema moral a pesar de que el sufrimiento era tan real como el de la Guerra Civil.
Debemos aprender que la Guerra Civil empieza a ser ya parte de la Historia y no podemos convertirla en un presente continuo, y que de alguna manera se imponga continuamente a nuestros recuerdos, a nuestra vida política, a nuestras posiciones políticas. Creo que es el momento de ensayar a ver si me puedo reír de todo esto. Lo he intentado, probablemente se ofenderá alguna gente, qué le vamos a hacer.

7. En “La comedia salvaje” derribas mitos. Dos de ellos dentro de la Guerra Civil son los nacionalismos catalán y vasco. Llegas a decir de los catalanes por ejemplo: “Ser catalán es un misterio profundo” y de los vascos: “Si te digo la verdad, prefiero a los moros; los moros saben lo que quieren; los vascos sólo saben lo que no quieren, así que no dejan de quejarse”…

Lo de los vascos, la segunda parte es pura maldad, lo primero es una cita. Buena parte de la novela está construida con citas. Lo que dice Azaña aunque suene absurdo está construido con discursos de Azaña. Lo que dice Ortega que está por allí levitando y separándose del suelo convirtiéndose en un fantasma, lo que dice son cosas de sus discursos políticos, de sus escritos.
El mito nacional ya sea el catalán, ya sea el vasco o español me parecen discursos desfasados. No rechazo el nacionalismo en sí, creo que tuvo un valor histórico, por ejemplo la emancipación frente a la monarquías absolutas, el ligar la tierra a la lengua, tuvo en discurso emancipatorio. Hoy a mí me parece que es un discurso conservador y retrógrado. Entiendo el nacionalismo de un grupo, en un territorio que considera que sus intereses no están representados y quieren que se representen de otra manera. Ahora, ese nacionalismo que habla, de la raza no porque está mal visto, ahora hablan del pueblo, después de la raza hablaron de la etnia ahora como aquello tampoco quedaba bien hablan del pueblo y todo eso me parece absolutamente ridículo. Iba a decir lo siento, pero no lo siento, me parece ridículo seguir hablando del “pueblo” como si hubiese una esencia del ser vasco, del ser español, del ser catalán. Utilizo discursos de la época que leídos desde hoy, pero que son la base de muchos discursos de hoy. Que el cráneo catalán es distinto del castellano está sacado d escritos de la época o que la tierra catalana absorbe a quien llega y todo el que llega se convierte en catalán a no ser que tenga mala voluntad como los castellanos. Me gustó la idea de jugar con todos esos mitos absurdos con los que todavía hay como una especie de tabú si eres de izquierdas, porque si eres de derechas eres anti catalán. Pues yo siendo de izquierdas me río de ese catalanismo esencial, como me río del españolismo esencial.

8. ¿Crees que la novela abrirá de alguna forma un nuevo camino para relacionarnos con aquellos hechos?

No lo sé. A mí me parece que entre otras cosas la novela es una invitación al diálogo, una invitación a la reflexión. Una comedia es algo muy serio o así me la planteo yo. No solo se trata de conseguir la carcajada del público, como dije no creo que sea una novela de carcajadas, sino más bien es una invitación al diálogo a través de aquello que nos hace o no gracia. Es como esos espejos que distorsionan la imagen, te ves y no te reconoces es España y no es España.

9. ¿Cómo se ve España desde fuera?

La verdad es que durante un tiempo España no me ha interesado en lo más mínimo y en mi literatura estaba muy, muy poco presente. No sé porque en los últimos años estuve dándole más vueltas al tema, quizá porque ahora voy y vengo más, comparo más. De alguna manera vengo a España, soy español, pero en muchos sentidos no me siento particularmente español y quizá por eso me está inspirando más para escribir aunque estoy seguro que la siguiente novela no va a tener que ver nada con España, no se trata ahora que me centre solo en ese tema.

10. Has dicho que “a pesar de que últimamente se habla del espléndido momento de la literatura española, yo creo que no es para tanto. Hay demasiada homogeneidad, demasiado poco atrevimiento”. ¿Podrías matizarnos esta declaración?

Es probablemente una exageración. Lo que pienso es que a menudo no solo la literatura española, los escritores nos hemos vuelto demasiado complacientes. Aunque todos maldecimos el mercado de alguna manera somos conscientes de él y estamos escribiendo para un público que nos aplauda y esa es la peor manera de escribir. Es preferible pensar que el público no va aplaudir sino a tirarte piedras pero antes de hacerlo piensa en lo que está haciendo. Sin ser un provocador, que no va en mi carácter, si busco una confrontación con el lector. A lo mejor no tengo razón pero dime por qué, dame argumentos, discútemelo y he allí el dialogo.

11. Recomiéndanos dos libros.

“Salir a robar caballos” de Per Petterson. Y “Ariadna en Naxos” de Javier Azpeitia