¿Qué te ha parecido conseguir el Premio Café Gijón?
Bueno, a nadie le amarga un dulce... encantado pues. Yo creía que esta novela se publicaría; ya la había movido bastante y encontré un par de editoriales interesadas. Además había sido finalista del premio Javier Tomeo, por lo que aunque me sorprendió el premio Café Gijón no era algo impensable pero con más de quinientas novelas presentadas partía de un pesimismo previo que ahora me hace entonar el mea culpa al pensar que los premiados son siempre contactos o amigos de los organizadores.Tuve la buena fortuna de presentarme a un concurso absolutamente limpio en el que la que editorial no hace una criba previa de acuerdo a criterios editoriales. Siruela no entra hasta que no se produce el fallo, por lo que ha sido un inmenso honor ganarlo.
¿Es verdad que estabas viendo las noticias cuando te enteraste?
Habíamos cenado y cuando sonó el teléfono me dije ¡hemos ganado!, aunque por la mañana pensé que no, ni en broma. Revise la prensa, se decía que hoy se fallaba el Café Gijón y ni siquiera se lo comenté a mi mujer. En cambio por la noche a la hora atípica que sonó el teléfono inmediatamente me entró la convicción de que era para darme el premio.
¿30.000€ libres de impuestos te dan de sí suficiente para dedicarte a escribir?
Te lo formularé drásticamente, si no gano este premio difícilmente hubiera seguido escribiendo. La literatura requiere mucho esfuerzo y para los que somos demasiado autocríticos el dedicar tanto tiempo sustrayéndote de la atención que debes a la familia y al trabajo... si no tienes un aliciente muy fuerte y el mundo no te convence de que lo estás escribiendo no se agota en ti sino que lo valoran otras personas, yo no hubiera sido capaz de seguir.
¿Es Kafka el motor de este libro?
Toda la novela está en la primera frase tal como en La Metamorfosis y en El Proceso. Es una situación en la que se concentra toda la novela, es un procedimiento kafkiano. Lo que pasa es que en esta novela no hay ese aparato burocrático, ese ente difuso y abstracto, aquí el enemigo esta personalizado tiene el corte de la tragedia clásica hay un protagonista y un antagonista, el enemigo es un amigo del protagonista que pasado el tiempo vuelve a verlo.
¿Cómo preparaste el libro, surgió la primera frase y de hay colgó lo demás o fuiste construyendo el conjunto y terminaste redondeándolo con la frase inicial?
Manuel Moyano es un amigo mío, escritor de relatos, con el que de vez en cuando tomo unas cervezas. En una de esas conversaciones estuvimos buscando la receta infalible para una buena novela. Recuerdo que quedamos en tres pautas, primero debías conseguir poner de pie dos personajes que dialogaran entre sí, sólidos y creíbles que hablaran y se escucharan; segundo que hacia la mitad del libro tuviera un giro radical inesperado y que como tercero partiera de un inicio potente. Es cierto que la primera frase está muy trabajada “me lo curre mucho”, pon un crimen en tu novela y tendrás éxito, desde la tragedia clásica los crímenes son el catalizador de la novela. Por eso decidí prolongar esa primera amenaza diciendo que lo va a matar pero no ahora. Por ende me gusta mucho la originalidad dentro de lo posible, no en cuanto a innovación técnica pero si que me preocupaba el giro original en que no sólo no lo mata inmediatamente sino que a lo largo de la novela y a pesar de la espada de Damocles de la amenaza, recuperan su amistad original. Ese es el punto clave, conseguir que eso fuera creíble. De ahí que me sienta orgulloso del capítulo en que se bañan de noche juntos y que vuelven a ser amigos.
Ese comienzo genera una tensión en el lector cambiante hasta el epílogo ¿es una forma de terror psicológico, una forma de plasmar el miedo a los miedos de esta sociedad actual?
Esa ansiedad latente está muy presente en el mundo protegido que tenemos donde hasta ir a un parquecito éste debe estar acolchado, los niños van en bicicleta con casco, con lo cual los riesgos son más patentes y por eso existe más miedo y mas inseguridad. Antes los de mi generación no éramos tan conscientes de esos miedos y por eso no teníamos tanta ansiedad ante la vida.
Eso es lo que le sucede al personaje de Juan Cáceres, ¿verdad? después de la amenaza de su amigo es cuando parece que se da cuenta de que su existencia está amenazada, incluso surge la disputa con el gerente del centro comercial en el que tiene su tienda de mascotas.
Si es así, cuando su amigo le amenaza se abre la caja de Pandora. Su amigo viene a mostrarle la cara oculta de su vida. La frase importante sobre esto está al principio cuando se dice de Cáceres que “se atiene a las apariencias”, aparentemente le iba muy bien, pero su amigo levanta la alfombra y le muestra toda la suciedad que hay debajo. El gerente del centro comercial relacionado con esto es un fanático perturbado signo de nuestro tiempo que es capaz de cualquier acto para hacer lo que cree conveniente.
¿Es este libro una alegoría o una fábula?
Me importaba mucho hacer una novela que no caducara pronto, la intención es que sea un libro duradero, no un valor inmediato que dé sensación de actualidad. Valle como en una alegoría representa el nihilismo, el miedo máximo que nos acecha, el que está detrás del terrorismo. En el fondo hasta los terroristas islámicos están impregnados del nihilismo al estilo de los terroristas de Dostoyevksy que llegaban a esas convicciones terribles de volarse a sí mismos.
En cuanto a la composición parece que escribes como quieres, por ejemplo, al incluir un cuento en medio.
El cuento se relaciona con la novela en una frase “la vida como gran malentendido”. En realidad es un truco literario para ampliar la novela en origen. Os contaré un secreto: como las novelas me salen cortas y los premios literarios exigen 150 páginas por eso tuve que meterlo. Ahora, aunque puedo, no lo quiero quitar ya que al jurado y a los lectores les gusta. Además al estilo de Auster creo que le añade frescura cambiar el punto de vista y las perspectiva de la narración con unas páginas que además creo que como cuento en sí mismas son buenas.
¿Hay algunos hilos que no se resuelven del todo, como el vídeo de la hija?
Esa no resolución es una de las claves de la novela. Juan Cáceres no es un mal tipo, pero nunca llega al final en lo que se propone, tiene muchas limitaciones, vive como puede, no se atreve siquiera a hablar con su hija del vídeo que es lo que debería hacer, ayudarla y orientarla, pero no es capaz. Cuando quiere hablar con su mujer ya es tarde, por eso su cara oculta su resuelve en no estar resuelto. A algunos les ha parecido áspero y desagradable el episodio pero yo creo que al igual que Faulkner criticaba su Santuario por ser una idea barata, violaciones, etc, ya que la había escrito para vender, en mi caso he jugado una baza efectista pero acepto mejor esa crítica que hago que la otra que me hacen de que el final es más convencional que el principio. Creo que el final está dictado por las leyes de la tragedia, y sólo puede tener tres finales, o muere uno, o muere el otro o mueren los dos, sino los lectores me tiraríais el libro a la cara. Le saco el mayor partido posible a esa tragedia dentro de la originalidad y el final trágico, porque si me los llevo a los dos del brazo a tocar en un club de jazz no sería creíble.
El giro interesante es que los sentimientos de un protagonista se convierten en los del otro.
Sí, Juan Cáceres se ha convertido en Valle, eso se demuestra al final. Valle se ha transformado en otra cosa, pero el que tiene una evolución psicológica es Cáceres. Valle dice que Juan le ha destrozado la vida y esa sensación es la que hace suya Cáceres al final de la novela. Ese intercambio ya proviene de El Quijote cuando Sancho demuestra al final más ansías caballerescas que el propio Quijote.
¿Los personajes han ido cobrando vida propia mientras escribías o los tenías bien atados?
A Valle le tenía más claro desde el principio, pero el narrador me ha sorprendido, por ejemplo cuando oímos la conversación de los dos hermanos, no está inventada es una conversación real y lo que cuenta cada vez tiene más vida propia.
¿El final es de cine?
Es un final sentimental y doloroso casi lacrimógeno. Al fin y al cabo son amigos.
¿Qué planes tienes para el futuro?
Es muy difícil de saber, pero como diría Yoda “el futuro siempre en movimiento está”. Sé por mi editora que debo tener una continuidad; tengo una novela inédita pero quiero ir poco a poco, primero ver cómo va este libro y si acaso en un año o dos publicar esta novela.
Recomiéndanos un libro
El Experimento Wolberg de Manuel Moyano de MenosCuarto